La
semana pasada, la última antes del balotaje para decidir el próximo presidente
de los uruguayos, fuimos visitados por la joven politóloga guatemalteca Gloria Álvarez. Esta hermosa mujer de 29 años alcanzó la popularidad gracias a un
discurso pronunciado en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud, en el que
despotricaba contra el populismo como forma de gobierno predominante en
Latinoamérica frente a la República. Gracias a la viralización del discurso en
las redes, y su posterior impacto mediático, la Directora del Spa Bethel,
Lourdes Rapalin, invitó a Gloria a disertar sobre populismo en nuestro país. Rapalin integró
unas de las listas de Lacalle Pou como candidata a la Cámara de Representantes,
pero no consiguió banca, por lo que esta invitación la semana previa al
balotaje representó una movida política por parte de Rapalin, que si bien dudo
que haya sido efectiva para captar votos, consiguió al menos, que se hablara de
esto durante un par de días.
Álvarez
pertenece al Movimiento Cívico Nacional de Guatemala, el cual no es un partido
político por no tener fines electorales, por ahora. El MCN es una asociación
civil cuyo objetivo es luchar contra el populismo utilizando las nuevas
tecnologías de la comunicación como principal arma de la ciudadanía para
controlar, exigir y manifestarse en contra de los gobiernos populistas.
La
joven politóloga se metió de lleno en la campaña electoral, que fue para lo que
la trajeron, al calificar de populistas algunas medidas del gobierno de Mujica,
como el monopolio del comercio de marihuana por parte del estado, y la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual, lo cual hizo reaccionar a algunos
dirigentes del Frente Amplio. Las críticas por parte de la izquierda fueron desde la
descalificación intelectual por ser joven y linda, hasta el ataque por carecer
de contenido en sus discursos. Pero no sólo desde el Frente se manifestó el
descontento hacia la guatemalteca, algunos dirigentes del Partido Colorado
hicieron notar su enojo por la desinformación que demostró Gloria durante una
de sus conferencias en Montevideo, al incluir a Batlle y Ordoñez entre los
principales líderes populistas en la historia de Latinoamérica. Sólo con
haber sabido que quién impulsó la idea del colegiado fue Batlle y Ordoñez, es
decir, que el poder se dividiera en varias personas para evitar la acumulación
excesiva de éste en un sólo individuo (no se me ocurre una medida menos
populista que esa), se hubiera evitado más críticas.
La
realidad es que Álvarez parece ser una joven apasionada por lo que hace y bien
intencionada, pero el éxito de su discurso parece deberse más a haber dicho lo
que mucha gente quería escuchar, aunque no fuera nada nuevo, lo cual no está
mal para hacer política, pero deberá profundizar un poco más en sus conceptos y
ofrecer soluciones más concretas para enfrentar el populismo, si realmente
quiere generar un cambio. Por lo expuesto hasta el momento parece confirmar los
prejuicios de ser sólo una cara bonita, más interesante para ver que para
escuchar, con una plataforma de propuestas sin mucho contenido. De todas
formas, su juventud y entusiasmo le juegan a favor, así como el valerse de las
posibilidades que brindan los nuevos medios para darse a conocer y hacer llegar
su mensaje a todo el mundo.
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